Philipp Lahm se ha despedido de la selección alemana luego de alzar junto a sus compañeros la Copa del Mundo en Brasil hace sólo unos días. El capitán del combinado alemán abandona al equipo para tristeza de muchos y ante la posibilidad de que Joachim Löw siga los pasos de Lahm, el presidente de la Federación Alemana de Fútbol ha aclarado que el próximo reto del entrenador es llevar a Alemania al triunfo en la Eurocopa de 2016.
Wolfgang Niersbach ha puesto en Löw toda su confianza para que la selección alemana, producto de un largo proceso que comenzó en el fracaso de la Eurocopa del año 2000 y que ha dado sus frutos, siga creciendo y conquistando títulos internacionales. Niersbach tiene esperanzas de que el entrenador de la selección sea capaz de repetir la hazaña de Vicente del Bosque, cuando conquistó el Mundial Sudáfrica 2010 con España y siguió llevando a La Roja a la victoria en siguientes compromisos.
La estrategia de Löw está fuertemente vinculada al trabajo que se ha visto en las últimas décadas en el fútbol español, emulando un esquema de juego basado en el toque, la estrategia y la vistosidad. El fútbol alemán se ha nutrido considerablemente del espectáculo que ofrecen los clubes españoles en las canchas de la nación ibérica, muy distinto a lo que ha sucedido con el jogo bonito de la selección brasileña.
Muchos creen que con Luiz Felipe Scolari la vistosidad del fútbol carioca se ha perdido, con una debilidad defensiva que ha sido su mayor castigo y tecnicismos que le restan gracia al juego de una de las potencias mundiales del fútbol.
